domingo, 21 de marzo de 2010

Nuestra Comunidad Cristiana *




En la comunidad cristiana del siglo I DC, según el evangelio de Lucas 2:44-47: 44 Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas en común; 45 vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad de cada uno. 46 Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.



Dios nos creó para ser parte de su comunidad de fe, su pueblo y su iglesia. Jesús murió y resucitó para que podamos tener la oportunidad nuevamente de poder compartir esa fraternidad de amor. El Espíritu Santo nos fue dado para que fuésemos capacitados y cultivados como su Iglesia, una verdadera, dinámica y transformadora. Todo esto exige de nuestra parte una consagración no solo en asistir a una iglesia o tener un buen culto de adoración los domingos sino en ser capacitados para amar y servir a todas las personas dentro y fuera de ella. Tenemos que ser un modelo de fidelidad, obediencia, santidad y probidad. Hoy en día muchas personas que se consideran cristianos, no asisten a la iglesia porque han mirado y no les ha gustado lo que ven dentro de la iglesia. Les ha disgustado la conducta hipócrita de muchas personas en ella. Son piadosos y religiosos el domingo por la mañana, pero el resto de la semana se olvidan de su religión. Se requiere de una atmósfera cordial e informal, un lugar que demuestre reverencia a Dios, la integración de tradiciones significativas, predicación práctica y temática incluyendo otras características.



*Sacado del libro de George Barna ‘Haga crecer su iglesia de afuera hacia adentro’, 2002.
REFORMA Y CONTRAREFORMA DEL PUEBLO CRISTIANO: En el siglo XVI (1517) surgió la Reforma Protestante, un movimiento religioso de tendencia renovadora que hizo su aparición en la Europa Occidental. Varios religiosos, pensadores y políticos intentaron provocar un cambio profundo y generalizado en los usos y costumbres de la Iglesia Cristiana Occidental (Católica Romana). Se origina en la ruptura con el Papa por parte de Martín Lutero monje católico, Enrique VIII rey de Inglaterra, Juan Calvino teólogo reformador francés y Stork y Munzer, sacerdotes suizos. Esto originó el rompimiento de la unidad cristiana y la consiguiente formación de otras Iglesias, llamadas Iglesias Protestantes, independientes de la autoridad papal. El protestantismo asumió cuatro formas: la luterana, la anglicana (episcopales), la reformadora (presbiteriana) y la anabaptista (menonita). Ya para el siglo XI la Iglesia cristiana se había dividido por primera vez en el llamado "Cisma de Oriente y Occidente" formándose la Iglesia Católica Ortodoxa y la Iglesia Católica Romana respectivamente. En el siglo XVII surgio el llamado movimiento bautista, en el siglo XVIII, el movimiento metodista y wesleyano, en el siglo XIX los Discípulos de Cristo y en el siglo XX el movimiento pentecostal y evangélico. Estos movimientos han desarrollado un alcance mundial. En el siglo XX se crea también el Consejo Misionero Internacional fomentándose el movimiento ecuménico. Esto marca un hito importante en la historia del reencuentro entre las iglesias cristianas (Católicas, Protestantes y Evangélicas), propiciando desde plataformas diferentes el respeto mutuo y la búsqueda de los espacios comunes hoy en día.
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